El 20 de julio de 1998 se dio un encuentro de apuestas en la frontera norte de la República Mexicana estando en beligerancia dos "tapas" de gran valor entre un hombre sentado ya en el pináculo de su carrera y otro batallador que buscaba hacer la hazaña para coronar su sufrida trayectoria.
Nuevo Laredo (Tamaulipas) fue la ciudad donde se vivió el duelo por las máscaras entre el experimentado Pierroth Jr. y La Parka; la plaza de toros "Lauro Luis Longoria" acogió a 16 000 apasionados fans de ambos gladiadores quienes acudieron a disfrutar de esta función denominada "La Revolución del Norte".
Tres caídas no fueron suficientes para terminar la tremenda rivalidad nacida entre el ahora llamado L.A. Park y el "Bocazas", pero sí definieron al ganador de una máscara, y en este caso fue Adolfo Tapia Ibarra quien levantó la mano en señal de triunfo. El primer episodio se lo llevaba Pierroth con desnucadora y toque de espaldas, el capítulo intermedio lo ganó La Parka mediante un cangrejo que sacó la rendición de Pierroth. La tercera caída la obtuvo "La huesuda" por medio de una huracarrana y así llevó al conteo de los tres segundos a su odiado rival.
Ganó este importante duelo La Parka, a pesar de las intromisiones del réferi del encuentro ("cuate" Guerrero), quien en todo momento se vio favoreciendo al rudo de Cuernavaca, Morelos. Hubo sillazos, máscaras rotas, sangre, intervenciones de los seconds (por Pierroth estuvieron Damián 666 y Psicosis, por La Parka lo apoyaron Vampiro Canadiense y Súper Parka), golpes y patadas arriba y abajo del ring.
El arlequín de la carcajada burlona, el personaje carnavalesco vestido de negro y amarillo, dijo llamarse Norberto Salgado Salcedo; mencionó que perdía la incógnita que portó por más de catorce años, pero no perdía la vida. Su pérdida sería sólo un incidente dentro de su trayectoria, tal como lo vivieron Ángel Blanco, Cien Caras, Sangre Chicana, Satánico, Black Shadow, Konnan, Chris Benoit, por mencionar a algunos que sobrevivieron a su tropiezo.
Por parte del gran ganador, La Parka, este triunfo pagaba con creces lo vivido días previos a este evento, pues había sido advertido por amenazas anónimas que no se presentara a esta lucha o se iba a arrepentir; este logro del nacido en Coahuila lo catapultaba a lugares de "mata leyendas".
En la empresa de donde habían emigrado (AAA) los comentaristas habían dado a conocer la identidad de La Parka a nivel nacional mediante las transmisiones de sus programas por televisión (tal vez dando por hecho que apostaría y perdería la tapa de la que Antonio Peña poseía los derechos de autor).
Finalmente ambos atletas demostraron que su lucha no fue fraude y se entregaron a morir en el cuadrilátero. Los fanáticos salieron satisfechos de haber visto ganar a La Parka o haber visto perder legalmente a Pierroth dando todo de sí (incluso dentro del inmueble donde se realizó el match quemaron algunas máscaras del arlequín en señal de la caída de su ídolo). En resumidas cuentas fue un evento que por su magnitud (a pesar de no haber sido televisado) se queda escrito en las páginas de oro de la lucha libre mexicana.
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