En los primeros meses de este año 2023 que está por terminar, Shocker confesó que tuvo una perturbadora relación extra laboral con conocido personaje de la lucha libre mundial.
Como si esto no fuera lo suficientemente polémico, otro gladiador había contado una anécdota con esa misma persona veintiún años atrás y tal revelación se tuvo en una publicación especializada en el deporte espectáculo a la que accedimos para corroborar...
Durante la segunda mitad de la década 1990, Oziel Toscano fue traído desde Monterrey, Nuevo León (México) y empezó a ser fuertemente impulsado por la promotora de lucha libre de Televisión Azteca (Promo Azteca) para convertirlo en ídolo a nivel nacional con el personaje "Tarzan Boy".
Cuando la compañía de lucha de TV Azteca desapareció, Tarzan Boy dirigió sus pasos hacia el Consejo Mundial de Lucha Libre. En la empresa le dieron trabajo, y en tal lugar conoció a los Head Hunters y al Pantera II (Internacional Pantera) quienes lo animaron a una aventura internacional y lo contactaron con el promotor puertorriqueño Víctor Quiñones.
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| Polémicas declaraciones de Toscano sobre Víctor Quiñones. |
El visionario boricua invitó a Tarzan Boy a un proyecto en los Estados Unidos de Norteamérica con la poderosa compañía World Wrestling Federation (WWF) pues estaba en planes la creación de un programa enfocado a la afición de habla hispana llamado "Los Super Astros".
Por derechos de autor (pertenecientes a Disney), a Tarzan Boy le cambiaron de nombre y se convirtió en "Armando Fernández" (personaje basado en el cantante mexicano Alejandro Fernández que por esa época iniciaba su camino a la fama).
El ex Tarzan Boy luchó por espacio de tres años dentro de lo que hoy es WWE y hubiera durado más de no haber sido por el lamentable suceso ocurrido en el evento "Over The Edge" donde Owen Hart falleció y la esposa del luchador demandó a la empresa.
WWF empezó a perder dinero debido al conflicto legal y decidió realizar recortes de presupuesto, tocándole la mala suerte al show de "Los Super Astros" que tuvo que desaparecer.
Víctor Quiñones, quien había llevado a WWF a Tarzan Boy, le propuso al selvático luchador que siguiera trabajando para él pero lo haría solamente en Puerto Rico (sin tener visitas a México).
Oziel Toscano declaró a la revista Luchas 2000 (en abril del 2002) que aceptó la oferta laboral por un atractivo ofrecimiento económico que le hizo el promotor boricua y también porque su internacionalización continuaría.
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| La polémica declaración de Toscano en el año 2002. |
Sin embargo, los meses pasaron y las promesas que le habían hecho al mexicano se fueron diluyendo, sin contar que la ansiedad por ver a su familia aumentaba cada día y los hostigamientos de tipo sexual comenzaban a notarse por parte de Víctor Quiñones.
Toscano al principio no le prestó atención a la tendencia de su empleador porque desde el principio había existido confianza pero también respeto. Lamentablemente esas muestras de "afecto" se fueron acentuando con la convivencia diaria y cada que el promotor se tomaba "unas copas de más".
Cuando le confesó a Víctor Quiñones su deseo de regresarse a México, el boricua lo tuvo encerrado en su casa y en alguna ocasión le lesionó la cabeza a Toscano por darle cachazos con una pistola que el promotor tenía.
Pero Toscano de una forma u otra debía salir de esa situación y finalmente lo logró, no importándole que el empresario boricua le ofreciera más dinero o más proyección pues su dignidad valía más.
El gladiador le comentó al referido semanario de lucha libre que no tenía porqué aceptar tales proposiciones pues no era un tonto o un inútil, y si por alguna razón "no la hiciera en la lucha" tenía la posibilidad de buscar otras maneras de contar con el sustento para él y para su familia.
La decisión de Oziel Toscano le trajo consecuencias en lo profesional pues Víctor Quiñones contaba con muchos "contactos" en México y les pidió no emplear al luchador que acosó, acusándolo de ser un elemento conflictivo.
Incluso amenazó al jerarca del CMLL (Paco Alonso) de que si volvía a recibir a Oziel Toscano se olvidara de volver a tener en sus arenas a los luchadores extranjeros que Quiñones manejaba, pero como Francisco Alonso no aceptaba órdenes, sin temor alguno volvió a darle trabajo al luchador regio hasta que éste decididiera irse de la empresa por su cuenta.
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